La verdad que las anécdotas de nuestros abuelos son muchas; lo que yo recuerdo es que a mi abuela materna le contaban sus abuelas tanto paterna como materna, que vivían con mucha pobreza, trabajo y privados de muchas cosas. Creo, eso lo vivieron muchísimos inmigrantes italianos y otros también.
Trabajaban mucho porque en todas las casas hacían quintas, cultivaban de todo para vender y para consumo propio, para mantenerse, criaban animales y aves. Lo que me extrañó que nunca me contaran nada de sus padres y de su familia, si decían que siempre los tratos con los hijos no eran tan buenos.
Tal vez a raíz de eso ocurrió lo siguiente: mi tatarabuela Herminia tenía solo años 15 cuando decidió escapar por una ventana para ir con su novio, Ercole, y luego venir a la Argentina, también sus 4 hermanos. Aquí se casa con mi tatarabuelo forman su hogar compuesto por 7 hijos, 4 mujeres y 3 varones, incluido mi bisabuelo Armando. Compran su campo y trabajan todos. Pero el destino hizo que mi tatarabuelo falleciera a los 49 años luego de un cáncer de estómago, entonces mi bisabuelo, que era el mayor de los varones, queda al cuidado de su mamá y sus hermanos.
Por Valentín Santa Coloma / Monte Maíz (Córdoba)
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